El sábado 20 de agosto del 2011, Centro Cristiano Peniel; El grupo Esperanza de vida liderado por Judith Martinez y Operación compasión -bajo el mando de Arturo Viera- visitaron un albergue para mujeres en el Distrito Federal.
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| Al estar en el albergue, muchas mujeres descidieron acercarse a la alabanza. |
Al visitar el lugar se podia sentir un ambiente triste y desolador, las miradas de recibimiento eran de desconcierto y al mismo tiempo de curiosidad; algunos de los servidores comenzaron a invitarles a acercarse área previamente asignada para el concierto del grupo de Reconciliados, algunas de ellas aceptaron inmediatamente, otras se negaron desde el principio y unas más simplemente no hicieron caso, pero al transcurrir del tiempo fueron atraidas por el Espiritu Santo en medio de la alabanza.
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| Mujeres haciendo fila para comer. |
Al comenzar la alabanza, varias de las mujeres se encontraban sentadas sólo para escuchar la música del grupo, talvés al principio no entendian lo que escuchaban, sin embargo unos minutos después varias de ellas se levantaron y comenzaron a danzar y adorar al Señor.
Al término de la alabanza con júbilo, sus semblantes empezaban a ser transformados y después del llamado por parte de Ricardo Juarez a adorar a nuestro Rey, aquellas mujeres que en un principio nos recibieron con rostros llenos de incertidumbre y desconcierto, cambiaron a rostros de arrepentimiento, gozo y alegría.
Dentro de la adoración podrían observarse corazónes arrepentidos, quebrantados, abiertos y listos para recibir a Jesucristo en ellos. Finalmente, podíamos ver a mujeres llenas de gozo, de alegría y de amor que Jesús, por medio de las servidoras de Esperanza de Vida, daba a esas mujeres que tanto necesitaban esa muestra de amor.
La partida del lugar estaba programada para las 15:00 pm, pero al estar en la llenura del Espíritu y en total servicio a Dios, la hora daba las 17:00 pm.
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| Algunas mujeres recibieron a Jesús en su corazón. |
Varias de las servidoras de Esperanza de vida testificaban haber recibido más de lo que habían dado, ya que al haber servido en este movimiento, pudieron aprender muchas cosas, vivir muchas experiencias y recibir gran bendición por parte de Dios, nuestro Señor.
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